Luego pedir a extraños contarme una historia para pasar un buen rato, lo primero es encontrar a esos extraños. Fue fácil encontrarlos, en la plaza centrar un adulto mayor me cuenta sus ideas, su soledad, sus alegrías. Olvido fácil que todos queremos contar una historia y que no encontramos alguien que quiera escucharnos si juzgar.
Los accidentes afortunados suceden, hoy me esperan en la otra esquina amigos que no veía hace mucho. Había olvidado sus rostros, lucen diferentes, pero son ellos. Viajamos en el tiempo y el espacio, pero no nos damos cuenta, lo llamamos calendario y está bien, no necesitamos complicarnos. No voy a explicar nada, solo quiero hablar de lo bueno y malo que pasamos hasta este momento de la vida. Y los de la calle principal siguen viejos, recuerdan a los 90s. No importa, es el lugar que me gusta recordar.

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